Sunday, April 8, 2012

El zumo del cansancio

La diferencia entre Cristo y yo es que él resucita hoy pero yo sigo en la cruz. Eso sí: gozando. He descubierto (¡tarde!) los gozos del esfuerzo sostenido. Semana Santa de estar encerrado, en la tarea, y luego darme un paseíto por los arrabales, con el día ya tan destartalado como yo. Ese naranja crepuscular como el sudor de la jornada: el zumo del cansancio. Es un buen negocio el esfuerzo. Al final se encuentra un bienestar: una droga segregada por uno mismo y que sienta bien. No solo físicamente, sino también moralmente: hemos hecho lo que teníamos que hacer, hemos cumplido. Y terminamos en la cama cansados por el trabajo y no por la indolencia, que agota más. Señores: acaba de abrirse en Andalucía una sucursal de Alemania, y soy yo.

No comments:

Post a Comment